Consideraciones a saber sobre oraciones
Consideraciones a saber sobre oraciones
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Los distintos tipos de oraciones se pueden clasificar desde diversas perspectivas. Aquí se abordan las principales.
Oraciones unimembres. Son aquellas que cuentan con un solo miembro porque no puede establecerse la división entre sujeto y predicado. Por ejemplo:
como si se tratara de un deber, sino de acoger este don que se nos hace para poder dirigirnos a Dios como a nuestro padre, para dirigirnos a Cristo como a nuestro hermano, nuestro amigo. La oración es gratuita: nadie nos obliga a rezar.
El estilo directo es la forma de reproducir enunciados en primera persona, o igual a modo de cita entrecomillada. El estilo indirecto expresa en tercera persona las palabras de otra persona.
Objeto indirecto. Es el elemento que indica al receptor de una determinada actividad y suele reconocerse porque va antecedido por la preposición “a” y “para” y puede ser reemplazado por “le” o “les”. Por ejemplo: Él dio a sus hijos una consejo de vida / Él les dio una lección de vida.
Están introducidas por nexos subordinantes y se dividen en sustantivas, adjetivas y adverbiales. Por ejemplo:
. Los verbos copulativos carecen de sentido pleno, por lo que necesitan de un atributo para completar su significado, y su predicado se denomina nominativo. Por ejemplo:
El primer y más hermoso fruto de la oración es la caridad. Cristo salvó al mundo, no por medio del poder sino por el aprecio humilde que se rebaja hasta acercarse al que salva.
Las oraciones personales tienen un sujeto que realiza la influencia del verbo, que es el núcleo del predicado, por lo cual se proxenetismo de oraciones bimembres. Ese sujeto puede estar expreso o tácito:
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Oraciones no–enunciativas. Aquellas que expresan un contenido subjetivo, de acuerdo a las siguientes posibilidades:
«Cuando nosotros rezamos, lo hacemos porque sabemos que somos valiosos a los ojos de Jehová. Es la gracia del Espíritu Santo que, desde dentro, nos suscita esta conciencia: de ser valiosos a los Luceros de Todopoderoso»
Despliega la fuerza de su apoyo, dispersa a los soberbios en sus planes, derriba del trono a los poderosos y eleva a los humildes, colma de sudaderas para chicas marca losan fondos a los hambrientos y despide vacíos a los ricos. Socorre a Israel, su siervo, recordando la fidelidad, prometida a nuestros antepasados, en atención de Abrahán y su descendencia para siempre.
Pero debemos tener cuidado: nunca rezamos a los santos, les pedimos que intercedan ante Altísimo por nosotros. En otras palabras, ¡siempre rezamos a Altísimo y a Cristo a través de los santos! Los santos asimismo pueden ser modelos a seguir para nosotros e inspirarnos oraciones en nuestra vida diaria.